La gestión de la seguridad de los árboles consiste en limitar el riesgo de daño causado por la caída de los árboles y al
mismo tiempo mantener los beneficios que confieren los árboles. Aunque pueda parecer contrario a la intuición, el estado de los árboles no debería ser necesariamente la primera consideración. En cambio, los gestores de árboles deberían
primero tener en cuenta el uso del suelo, sobre y alrededor del cual se encuentran los árboles, y esto a su vez nos dará las bases del proceso de evaluación de los árboles, bajo el método de Evaluación Cuantificada de Riesgos de Árboles (QTRA).